Así es cómo el transporte público de muchas ciudades se electrifica cada vez más

Un buen número de ciudades del mundo están apostando por electrificar sus sistema de transporte público. Aún estamos lejos de lo que haría falta pero la transformación es cada vez mayor.

Mario Picazo

Mario Picazo

Las ciudades crecen imparables y cada vez es más necesario que lo hagan de una manera sostenible ya que hoy en día, aportan más de dos terceras partes de las emisiones globales de dióxido de carbono. Con el aumento de la población en zonas urbanas, la forma de movemos por ellas contribuye y mucho a amplificar el cambio climático, por eso, urge electrificar el transporte a gran escala. 

El gran reto de las ciudades para recortar sus emisiones de gases contaminantes

En la actualidad, el transporte urbano es una de las principales fuentes de emisión de gases contaminantes. Las ciudades albergan más de la mitad de la población del planeta, y esta no deja de crecer año tras año. El transporte aporta de media la tercera parte de las emisiones de dióxido de carbono de una ciudad, por delante de otras fuentes como la industria, las calefacciones o los residuos. 

Las ciudades albergan más de la mitad de la población global y su transporte aporta la tercera parte de las emisiones de dióxido de carbono

Los urbanitas han dependido en gran medida del uso de combustibles fósiles para desplazarse, pero esa tendencia ha ido cambiando durante los últimos años. Un buen número de países ya lleva años con la transformación acelerada de sus respectivos sistemas de transporte público para entre otras cosas reducir el uso de gas y gasolina diésel.

Los combustibles fósiles siguen siendo la fuente de energía que mueve gran parte del transporte público de nuestras ciudades.

El principal reto a nivel global lo encontramos en las grandes urbes de Asia y África, donde sus habitantes, y son muchos, dependen de sistemas de transporte poco sostenibles como son las mini furgonetas o las moto taxis que funcionan con diésel. No solo aportan una mayor concentración de gases de efecto invernadero, sus habitantes respiran aire más contaminado y se registra un mayor número de muertes cada año debido a la pobre calidad del aire.

A nivel global uno de los sistemas de transporte más empleados en las ciudades, el autobús, aún necesita aumentar su flota y mucho para ser aportar más sostenibilidad urbana. Solo el 16 por ciento de los autobuses urbanos del mundo son eléctricos, y ese dato necesita crecer rápidamente para poder ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero generados en la ciudad.

A día de hoy solo el 16 por ciento de la flota de autobuses urbanos del mundo son eléctricos

Son muchas las ciudades del mundo que empiezan a plantear iniciativas más sostenibles para sus sistemas de transporte urbano y estos son algunos ejemplos.

El regreso de los tranvías urbanos a algunas ciudades europeas

El regreso de los tranvías urbanos a algunas ciudades europeas La Unión Europea requiere un recorte del 55 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030, comparado con los niveles de 1990. Ciudades como Berlín, Lisboa o Dublín están resucitando el uso del tranvía para mejorar su transporte urbano a la vez que recortan sus emisiones en tiempo record. 

Berlín también planea electrificar todos sus autobuses para el 2030, a la vez que expande sus líneas de metro y añade kilómetros y kilómetros de carriles para los usuarios de la bicicleta.

El tranvía eléctrico ha ido resurgiendo con el paso de los años en un buen número de ciudades del mundo.

Ciudades como Madrid también tienen previsto ampliar su flota de autobuses eléctricos este 2021. La ciudad contará con 100 nuevos este año y para 2023 no prestará servicio con autobuses de gasoil. Además toda su flota estará compuesta por autobuses eléctricos, de gas natural e híbridos.

El barco eléctrico llega a los fiordos de Noruega

En Noruega donde una buena parte de la población se mueve por el agua de sus múltiples fiordos, algunas empresas empiezan a hacer la transición del tradicional diésel a baterías eléctricas. Ya se ha hecho ese cambio a nivel terrestre en muchas zonas urbanas del país y ahora toca extender la red del transporte colectivo eléctrico al mar. 

Gran parte de la electricidad se genera con medios hidroeléctricos, algo que contrasta con la importante producción de combustibles fósiles que genera el país escandinavo. El futuro de esta fuente de energía orgánica está a debate, y podría ir desapareciendo con el paso de los años y la apuesta por el uso de energías más limpias. 

Una de las últimas novedades en transporte marítimo es el barco eléctrico que ya navega por los fiordos noruegos.
Imagen: YARA Internacional

Teleféricos que surcan los cielos de Bogotá

Bogotá ha encontrado en el teleférico una manera de descongestionar algunos barrios de la ciudad saturados de tráfico, a la vez que facilita el acceso a zonas remotas y recorta sus emisiones de gases contaminantes. Hay además un proyecto para construir siete líneas de transporte público de este tipo en otras zonas de la ciudad.

A parte del teleférico, la capital colombiana ya tiene cerca de 500 autobuses eléctricos circulando por sus calles y está a la espera de recibir otros 1000 para el 2022. Con ese aumento, se convertiría en una de las ciudades del mundo fuera de China, con la mayor flota de autobuses eléctricos. 

El transporte de nuestras ciudades empieza a electrificarse cada vez más, aunque aún estamos a años luz de lo que tendría que estar ya circulando por las calles en modo eléctrico. Para el año 2050 está previsto que cerca del 70 por ciento de la población global, unos 6.000 millones de personas, vivan en ciudades. Para entonces, va a ser fundamental que nuestros sistemas de transporte funcionen sin combustibles fósiles en su totalidad.