¿Qué está pasando con los árboles en España?

Pablo Ramos

Pablo Ramos

La caída de árboles en los últimos meses ha provocado numerosos daños materiales, cortes de carreteras e incluso lesiones a varias personas.

La caída de árboles de las últimas semanas en varios puntos de España, como las ocurridas en Sevilla, en una terraza de Madrid, o los cortes de carreteras producidos por las ramas rotas a causa de las tormentas del Levante, ha puesto el foco en el estado que presentan los árboles de muchas ciudades. Una situación que ha provocado que varias entidades y administraciones estudien medidas para evitar más daños y riesgos que puedan afectar a la seguridad de las personas.

Recientemente, las diputaciones del País Vasco han puesto en marcha un plan para estudiar las causas que están matando a muchos pinos en la comunidad. Los primeros indicios apuntan al avance de un hongo responsable de la enfermedad conocida como banda marrón que está afectando a miles de ejemplares en las tres provincias.

Los fenómenos atmosféricos adversos suelen tener para los árboles un efecto demoledor

Árboles en revisión

Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid también ha iniciado su programa Server, un proyecto que pretende inspeccionar, detectar y resolver las situaciones de riesgo que pueda presentar el mantenimiento de los árboles en la capital. En este año, la caída de ramas y troncos en los parques de la ciudad ha provocado varios heridos e incluso algún fallecimiento.

“Los daños más comunes de los árboles urbanos son los provocados por las obras, en raíces y su parte aérea , las talas por proyectos urbanísticos o las podas inadecuadas que son una muerte anunciada”, apunta a Eltiempo.es Luciano Labajos miembro de Ecologistas en Acción.

Según los datos aportados por el consistorio, Madrid dispone de unos dos millones de árboles y se han seleccionado en torno a 500.000 para inspeccionarlos debido a su edad madura y estado de degradación en 21 distritos de la ciudad. Unas revisiones en parques y jardines que serán exhaustivas y que servirán para evaluar los problemas, prever futuros daños y planificar las actuaciones en los próximos meses. Los cálculos estimados cifran en un 25% los ejemplares que están enfermos o que padecen algún tipo de degradación en Madrid.

Caída de árboles y tormentas

No obstante, hay que tener en cuenta que debido a la virulencia de las tormentas del mes de septiembre, la fuerza del agua y la intensidad del viento, algunos de estos árboles se han caído o roto por causas naturales que son muy difíciles de predecir y controlar. Como ha sido el caso de intensas riadas del Levante o las fuertes tempestades de este verano.

Las talas por proyectos urbanísticos o las podas inadecuadas que son una muerte anunciada

“Los fenómenos atmosféricos adversos suelen tener para los árboles un efecto demoledor como esta primavera en Madrid donde la suma de lluvias intensas y viento acabó con miles de grandes ejemplares, pero suele ser el efecto último.Previamente están los malos tratos y las plantaciones, o selección de especies inadecuadas que se estresan y se debilitan privándose de vigor para resistir”, destaca Labajos.

Un mantenimiento de árboles mejorable

Por su parte, los grupos ecologistas consideran que la situación actual, especialmente en ciudades como Madrid, es consecuencia de una mala gestión, una falta de previsión y un modelo de cuidado obsoleto que no ha tenido en cuenta ni las características del arbolado de la ciudad, ni su edad, ni mantenimiento. “Las privatizaciones de los últimos años y la crisis están suponiendo una precarización en el cuidado de nuestros árboles y también la de los jardineros al disminuir las plantillas y subcontratar tareas”, subraya Labajos como los motivos de este inadecuado cuidado de parques y jardines.

Desde Ecologistas en Acción explican que “la cultura del árbol se está extendiendo lentamente por las grandes ciudades” lo que también está aumentando la profesionalidad de los arboricultores. “Podríamos decir que el estado de los árboles es mejorable si aumentáramos cuidados y mantenimiento. Aunque sin duda tenemos arboledas y ejemplares extraordinarios que nos reconcilian con todo”, comenta Labajos.