Año de nieves, ¿año de bienes? Así influirá en las cosechas

Javier Vegas

Javier Vegas

Si 2017 fue uno de los años más secos, un invierno con abundantes nevadas dejaría mejores perspectivas para las cosechas.

Con el inicio del nuevo año 2018 es buen momento para hacer un pronóstico de cómo se espera en lo meteorológico para el campo y los cultivos.

El 2017 fue uno de los más secos de los últimos años, y a pesar de las fuertes nevadas de las últimas semanas, la sequía todavía está muy presente en el campo.

Las sequías intensas y prolongadas tienen una consecuencia directa en la campaña en que se sufre, con importantes pérdidas en las cosechas de secano, aumento de los costes en los de regadío y también en la ganadería de extensivo.

Las últimas lluvias y nevadas han beneficiado al campo, y el deshielo seguirá aportando agua a los embalses, con lo que 2018 comienza con mejores perspectivas para los regantes. Aún así, se va a reducir la disponibilidad de agua de riego, por lo que en los regadíos también se reduce la producción.

Actualmente las reservas disponibles en nuestros embalses están por debajo del 40% de media frente al 51% del año pasado por las mismas fechas, provocando que muchos agricultores decidan este año no sembrar cultivos como el arroz, el maíz o productos hortícolas.

La nieve aísla el frío y es una fuente de goteo de agua para su crecimiento

Si la sequía continúa en las próximas semanas la campaña de riego se podría adelantar en muchas zonas a marzo por cultivos que serían sustituidos por ejemplo, por el trigo, cebada, girasol o colza. En el caso del maíz habrá que estar muy pendiente de las condiciones meteorológicas, puesto que es un cultivo de altas necesidades hídricas.

Muchos agricultores decidirán este año no sembrar cultivos como el arroz, el maíz o productos hortícolas.

Buena parte de lo que suceda a lo largo del 2018 depende de cómo finalice el invierno. Lo dice el refranero popular, ¨año de nieves, año de bienes», y es que en el caso de las cosechas de centeno, cebada, trigo y otros cereales, la nieve suele ser favorable porque aísla del frío y es una fuente de goteo de agua para su crecimiento sobre todo durante la primavera.

Aunque para algunos cultivos no habituados a las bajas temperaturas, la nieve, el hielo y el frío en general pueden ser devastadores, en la mayoría de casos resulta positivo. Algunas cosechas se benefician de las bajas temperaturas, porque pueden ayudar a reducir o eliminar las plagas en plantas o árboles.

No hay que olvidar que el agua más bienvenida para el campo es aquella que cae poco a poco a lo largo del tiempo, y las nevadas permiten mantener húmeda y esponjosa la tierra labrada para que las correspondientes cosechas luego crezcan debidamente.

Un buen año de nieves puede resultar fundamental para evitar que la planta sufra durante los meses de calor y sequedad y así hacer mejorar unos cultivos hasta ahora muy dañados por la sequía.

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