4.000 municipios españoles, en peligro de extinción

Más de la mitad de los 8.000 municipios españoles tiene un claro riesgo de extinción por la despoblación.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Más de la mitad de los 8.000 municipios españoles tiene un claro riesgo de extinción por la despoblación

Los llantos inundan la iglesia. Hacía más de 15 años que ese sonido no retumbaba en las paredes del templo. Pero no son lágrimas plañideras. Son los sollozos de una niña de poco más de seis meses que recibe su bautizo en una población de Guadalajara de 16 habitantes censados, donde reside junto a su familia.

Este acontecimiento habitual, se ha convertido en una rarísima excepción en muchos pueblos de España. El informe elaborado en 2017 por la Federación Española de Municipios y Provincias señala que más de 4.000 municipios del país se encuentran en riesgo muy alto, alto o moderado de extinción por despoblación. De ellos 1.286 subsisten con menos de 100 habitantes, son 2.652 los que no alcanzan los 501 empadronados y el resto no suma los 1000 vecinos.

“Las áreas rurales son las que están sufriendo de forma más acentuada la crisis demográfica y que sitúa cada vez a más municipios españoles tras la línea roja del peligro de extinción”, señala Juan Antonio Sánchez Quero, Presidente de la Comisión de Despoblación de la FEMP.

Hace cinco años, de todos los municipios que tiene España eran el 59,8% los que no superaban los 1.000 habitantes. Ahora representan el 61%. “El minifundio demográfico de las áreas rurales supone un problema creciente en términos sociales y económicos”, indican desde la FEMP.

Desiertos demográficos

Los datos, extraídos del INE, reflejan también que en 14 provincias españolas, más del 80% de sus localidades tienen menos de mil habitantes y representan solo el 3,15% de los españoles, poco más de un millón y medio de personas.

Por provincias y localidades, el municipio que más ha perdido es Zamora por delante de Ávila, Orense, Ciudad Real, León Teruel, Segovia, Soria y Salamanca. “Teruel, Cuenca o Soria son casos paradigmáticos de provincias convertidas hace tiempo en “desiertos demográficos”, detalla el informe.

Por contra, Guipúzcoa, Girona, Álava, Navarra, Sevilla, Alicante, Murcia, Santa Cruz de Tenerife, Almería, Las Palmas, Málaga, Baleares, Barcelona y Madrid han logrado incrementar su población.

“No hay prácticamente ninguna provincia española que no tenga entidades de su territorio que no hayan perdido vecinos en los últimos años, incluso en las grandes ciudades afecta a algunos barrios”, desmenuzan desde la FEMP.

Disminución de oportunidades

Estos resultados describen una realidad con una despoblación asociada a cuatro fenómenos que actúan de forma conjunta y simultánea sobre un territorio. Por un lado disminución de sus habitantes, la baja natalidad, el envejecimiento y la baja densidad.  «El efecto último de la conjunción de esos factores a es una disminución de oportunidades ante potenciales posibilidades”, destacan desde la FEMP.

Desde la federación explican que los municipios son el territorio, los habitantes y la fórmula en la que estos se organizan. Por tanto, la ausencia de pobladores puede provocar “la acomodación” a una “nueva realidad del mapa municipal”, como ha venido sucediendo desde el siglo XIX, pero no su desaparición.

A juicio de la Federación Española de Municipios y provincias, el ritmo de despoblación de las zonas rurales debería considerarse una cuestión de estado y apuntan como soluciones la aplicación de medidas ventajosas hacia los territorios despoblados e impulsar equilibrios entre todos los territorios sin establecer distinciones.

“Que más de 4.000 municipios españoles, más de la mitad de todos los que hay en el Estado, se encuentren actualmente en un riesgo más o menos severo de extinción a medio o largo plazo es uno de los datos que avalan la consideración de este problema como una cuestión de Estado”, recalca Juan Antonio Sánchez Quero.