5 consejos para realizar el cambio de armario

La llegada del otoño conlleva renovar todo tu armario. Te damos algunos consejos para sobrellevarlo.

Marian

Marian

Admítelo: ya llevas unas semanas poniéndote cada día 17 camisetas de manga corta una sobre otra y las sandalias con calcetines porque tienes frío y te da pereza hacer el cambio de armario. El otoño se va instalando poco a poco y la última vez que viste tu abrigo de paño estaba siendo devorado por una polilla gigante. No temas. Las temperaturas agradables de estos días están sirviendo de tregua y aún tienes tiempo de prepararte. No obstante, te aconsejamos que revises cada día la información meteorológica en nuestra web para que la lluvia o el frío no te pillen con las chaquetas en el altillo, y te damos algunos trucos para llevar el odiado cambio de armario de la mejor forma posible:

  1. Planéalo con tiempo. Pasarás unas cuantas horas buceando entre tu ropa, así que ármate de paciencia, prepara dos cafés (uno para ti y otro para la polilla), y ponte a ello.
  2. Vacía el armario y límpialo. Esto puede asustar si eres la Reina Doña Letizia y tu armario mide 120 metros cuadrados, pero si no, bastará con poner toda la ropa en montones encima de la cama, mejor si lo haces ya por categorías. Tras la limpieza, no olvides perfumar el armario con saquitos de lavanda o con cáscaras de cítricos, añadir naftalina, y saludar a la familia de ocho miembros que acabas de descubrir que vive ahí.
  3. Lava la ropa que vayas a guardar. Sé objetivo: esa camiseta amarillenta de Curro de la Expo 92 que llevas diez años sin ponerte puedes tirarla ya. Las toallas y bañadores deben lavarse sin mucho suavizante y dejarlos secar bien para que el año que viene estén en perfecto estado.
  4. Almacena y guarda la ropa de verano. Utiliza cajas de cartón, de plástico o de tela para guardar las prendas por categorías, y anota en la parte exterior de cada caja lo que contiene. Tu yo del futuro lo agradecerá. Busca un sitio limpio y fresco para guardar esas cajas; si no tienes mucho espacio en casa, puedes optar por ir a visitar a tu abuelita, que te dará de comer y te podrá prestar algún rincón vacío de su casa.
  5. Es hora de enfrentarse a la polilla y ordenar la ropa de otoño. Si el anterior cambio de armario lo hiciste a lo loco y no seguiste unos consejos similares a estos, es probable que ahora tengas que analizar, lavar y organizar tus prendas de la nueva estación. Tras maldecir a tu yo del pasado, estudia qué ropa es la que más te pondrás y sitúala en el lugar más accesible del armario, incluso puedes ordenarla por funcionalidad y colores. Necesitarás otro café para esto, pero merecerá la pena el resultado.